Los cuidados, higiene y alimentación de tu perro influyen mucho en la salud del peludo. Por eso en este artículo vamos a darte algunos consejos para mejorar la salud de tu mascota.
Consejos de alimentación
La alimentación de tu perro es uno de los principales factores que influyen en su salud. Qué y cuánto come y bebe es importante tanto para la digestión como para la hidratación de la mascota. Ya hemos hablado de los riesgos de la deshidratación, y también hemos repasado los alimentos que más daño pueden hacer a tu perro y a continuación vamos a resumir algunos aspectos a tener en cuenta en su alimentación:
- Selecciona el pienso que mejor se adecúe a su edad y tamaño. Además dale la cantidad que indica en el paquete y en caso de duda consulta a tu veterinario
- Intenta repartir la toma. Es preferible darle de comer dos veces, a conseguir un empacho en un único momento del día
- Mantén las horas, y dale de comer siempre a las mismas horas
- Tu perro debe tener siempre agua, es importante que beba y evitar el riesgo de deshidratarse
Consejos sobre la higiene de tu perro
Muchas de las enfermedades y, sobre todo, parásitos que puede sufrir tu mascota provienen de una mala higiene y cuidados. Por eso es importante repasar algunos de los principales factores a tener siempre al día:
- Cepilla regularmente a tu perro. No sólo es un tema de higiene y limpieza doméstica, si no por la propia salud de tu mascota y evitar la aparición de parásitos
- Baña a tu perro. No es necesario hacerlo todos los días, pero es aconsejable limpiar a tu perro y utilizar los productos indicados para el tipo de pelo y raza del peludo. Recuerda secar muy bien a tu perro cuando lo bañes.
- Ten al día las vacunas y desparasitaciones de tu perro. Consulta con tu veterinario el calendario que corresponde a tu perro para no saltarte ninguna.
¿Cómo saber si mi perro está sano?
Nada de lo que digamos sustituye la opinión de tu veterinario, pero sí que existen una serie de comprobaciones que puedes hacer tú mismo para saber si, a grandes rasgos, todo está en orden:
- EL hocico de tu perro siempre debe estar húmedo, oscuro y sin secreciones
- Atiende al aliento de tu perro. Un mal olor puede ser síntoma de halitosis, sarro o algún problema bucal que debe tratarse
- También fíjate en sus encías. Siempre deben estar rosadas, sin sangre. Una prueba que puedes hacer es presionarla un poco y comprobar que inmediatamente vuelve a ponerse rosa.
- Los ojos no deben secarse ni notarse apagados
- Las orejas de tu perro deben estar limpias, sin suciedad en su interior (por supuesto, tampoco en el exterior)